Château_de Montségur vue aérienne / Foto: MDanis [CC-BY-SA-3.0] Wikimedia Commons
Château_de Montségur vue aérienne / Foto: MDanis [CC-BY-SA-3.0] Wikimedia Commons

Castillo de Montsegur

El castillo de Montsegur, en Francia, ofrece a sus visitantes un especial lugar donde la historia de los cátaros y las leyendas se mezclan en un especial e intrincado paraje. Ubicado en la cima de la montaña del Pog, el castillo es el lugar más representativo de la ruta de los cátaros, movimiento religioso que se propagó en Europa a mediados del siglo X.

A 1207 metros de altura, el castillo de Montsegur domina todo el valle. Su estratégica ubicación lo hizo un lugar de refugio y reunión para lo cátaros y es especialmente recordado por su trágico final, rememorado en leyendas y cuentos que aún perduran entre cuentos y leyendas populares.

El emplazamiento de Montsegur

Investigaciones en la zona revelaron que el Pog estuvo habitado mucho tiempo antes de la llegada de los cátaros. Las numerosas grutas y sepulturas que existen en el sitios son testimonios de esa ocupación.

Sin embargo, la construcción del castillo de Montsegur se inició en 1204 por Ramón de Pérella, señor del lugar. En 1213, el obispo cátaro de Tolosa se refugia en el castillo. Para 1241, el conde Ramón VII de Tolosa emprende el asedio fallido del castillo a petición del rey Luis IX de Francia.

En 1242, el castillo acogió a cátaros que participaron en la matanza de los inquisidores de Avignonet. En 1243, se emprendió el asedio definitivo del castillo, bajo el mando del senescal de Carcasona, Hugues des Arcis. Tras diez meses de asedio, se negoció la rendición del lugar.

Los vencedores otorgaron a los vencidos cátaros quince días de plazo para abandonar el castillo. Se les dio la opción de abjurar de su fe o morir en la hoguera, lo que resultó en una pira en la que ardieron 210 mártires. Hoy el lugar es recordado en el Prado de los Quemados con el epitafio “Als catars, als Martirs del Pur Amor Cristian”.

El castillo pasó a ser propiedad de Guy de Lévis, antiguo compañero de Simón IV de Montfort, quien edificó una nueva ciudadela en el siglo XIII luego del asedio y de la que provienen los restos actuales.

Montsegur

El trágico final de los cátaros se consumó precisamente en el castillo de Montsegur, lo que dio pie a la gran cantidad de cuentos y leyendas que sobreviven al paso de los siglos.

La leyenda fundacional relata que Montsegur fue fundado por los colosos hijos de Gerión, quienes arrojaron grandes piedras que talladas por el viento lograron formar el castillo.

Existen teorías que aseguran que el castillo se edificó sobre un templo maniqueo. Esto se ve reforzado por la especial arquitectura del castillo que permite que en el momento del solsticio de verano cuatro arcos dejan pasar los primeros rayos de sol, atravesando la torre del homenaje.

Hoy en día, las paredes del castillo de Montsegur permanecen en pie desafiando el paso de los años, conservando su interior vacío. La torre del homenaje aún tiene la cisterna y la sala baja. Un último arco sobrevive como instrumento de defensa de la torre para casos de ataque.

Leyendas

El castillo de Montsegur es un sitio especial para la celebración de fiestas como las de San Juan. En esa oportunidad, las poblaciones de los alrededores peregrinan al castillo.

Otra leyenda relata que el santo Grial fue custodiado en el castillo de Montsegur.

La célebre mano de Morenci, esculpida en esteatita, fue encontrada en excavaciones en Montsegur.


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