Consejos para evitar la hipotermia y congelación/ Foto: Aleksander Pedosk (unsplash)
Consejos para evitar la hipotermia y congelación/ Foto: Aleksander Pedosk (unsplash)

No te quedes congelado: consejos para evitar la hipotermia y congelación

Todos los amantes de la montaña saben que la montaña ofrece libertad y una increíble sensación de cercanía con la naturaleza pero, sobre todo, saben que la montaña destila respeto. No son pocos los peligros a los que se expone uno en este ambiente, más si decides aventurarte en invierno.

La congelación es una de las principales causas que provocan la necesidad de un rescate por parte de los servicios de emergencia a los montañeros que no conocen las medidas básicas para evitar el congelamiento.

Una congelación es una lesión provocada por una exposición prolongada a una temperatura inferior a los 0º grados. Hay dos factores que actúan conjuntamente: la exposición al frío, que congela los tejidos y la vasoconstricción de la zona expuesta al frío con el consiguiente freno de la circulación sanguínea y su enfriamiento. Los síntomas más comunes son piel fría y dura en la zona afectada, dolor o falta de sensibilidadpiel roja y sensación de dolor a medida que se descongela y una gran sensación de entumecimiento.

Un individuo es más propenso a sufrir congelación cuando:

  • Toma medicamentos betabloqueadores
  • Tiene mala circulación en las piernas
  • Fuma
  • Tiene diabetes
  • Padece el fenómeno de Raynaud, afección por la cual se sufren espasmos vasculares con temperaturas frías o emociones fuertes y bloquean el flujo sanguíneo de las extremidades, orejas y nariz.

¿Qué medidas tomar?

  • Untar con vaselina las zonas expuestas al frío
  • Mantener la actividad física: no permanecer quieto
  • Ingerir líquidos en todo momento: la deshidratación hace viscosa la sangre y frena la circulación
  • Buscar refugio en cuanto se manifiesten los primeros síntomas
  • No exponer la zona congelada hasta estar en una zona cálida
  • No frotar la zona congelada, sólo agrava la lesión
  • Meter la zona congelada en agua tibia (nunca caliente o hirviendo)
  • No acercar la zona congelada a fuentes de calor seco como fogatas pues se puede agravar la lesión
  • Si existen zonas de necrosis, desinfectar la zona con un antiséptico y cubrir con un paño estéril y limpio
  • Evacuar al herido a un centro sanitario lo antes posible.

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