Excursiones por Teruel

La provincia de Teruel esconde un sin fín de pueblecitos y rincones bonitos que visitar. Aquí encontramos los preciosos pueblecitos de Albarracín, Alcañiz, Cala aceite o Rubielos de Mora, pero en las proximidades de estos también se sitúan lugares mágicos y interesantes.

Uno de ellos lo encontramos a tan sólo cuarenta kilómetros de Albarraín, asentado sobre el desnivel sobre el que se levanta la sencilla, pero encantadora iglesia de San Millán. Se trata de Orihuela del Tremedal, un pequeño pueblo de aire renacentista que destaca por varios edificios, entre los que destaca la Casa de los Franco Pérez de Liria.

Justo alrededor de esta zona también nos encontramos con varios parajes que albergan yacimientos de arte rupestre. Cuevas situadas en Fuente del Cabrerizo, Prado del Navazo, Cocinilla del Obispo y Callejones cerrados que cuentan con figuras, algunas de gran tamaño, de animales. Algunas de estas cuevas son La Losilla y la Cueva de Soña Clotilde.

El pequeño pueblecito de Calanda se sitúa cerca de Alcañiz, concretamente a unos dieciséis kilómetros,  y es conocido internacionalmente por su retumbante Semana Santa, esta manifestación artística y religiosa en la que se celebra la Pasión de Cristo. Justo aquí nació el gran Luis Buñuel, personaje admirado en toda España.

El conjunto histórico de Ráfales se encuentra también en Teruel y conforma uno de los cascos urbanos más bien conservados de toda la provincia. Aquí encontramos estrechas y empinadas callecitas que cuentan con un místico aire medieval único.

Por otro lado, la Fresneda, otro importante conjunto histórico, se encuentra a unos 27 kilómetros del puebleceito de Calaceite y también cuenta con un precioso casco urbano. Aquí destacamos su Ayuntamiento, sus casas solariegas en el centro, el edificio del hotel-convento, la Casa de la Encomienda de la Orden de Calatrava y el Palacio del Marqués de Tosos, entre otros.

A unos doce kilómetros de la Fresneda se sitúa Cretas, uno de los pueblos que pasan más desapercibidos en la provincia de Teruel, pero que también tiene mucho que enseñar, ya que es uno de los que más vale la pena visitar. Su trazado urbanístico y arquitectónico se encuentra muy bien conservado, y en él destaca especialmente su iglesia de estilo renacentista.

Por su parte, Beleceite, a unos 28 kilómetros de Calaceite, es una villa de origen musulmán que conserva restos antiguos en sus edificaciones. Aquí se encuentra la Reserva Natural de los Puertos de Beceite y cuenta con una zona declarada Reserva Nacional de Caza.

Rubielos de Mora es uno de los pueblos más bonitos de la provincia de Teruel que dista unos 13 kilómetros de Mora de Rubielos. Se trata de una visita imprescindible en la que debemos destacar sus murallas medievales, el Ayuntamiento, el Convento de las Carmelitas, el Convento de las Agustinas, el Hospital de Pobres y el Hospital Menor, entre otros.

Aquí existieron asentamientos romanos y musulmanes, aunque ambos duraron muy poco tiempo. La principal dominación de la villa se debió a los cristianos, quienes la cuidaron hasta el año 1204, aunque conservando el trazado romano y algún ejemplo de arquitectura musulmana.

A unos escasos 5 kilómetros de Mora de Rubielos se encuentra la pequeña villa de Valbona. Aquí encontraremos algunos vestigios de una antigua muralla, un bonito ayuntamiento y edificios simbólicos como la Iglesia de San Antonio Abad y la ermita de Nuestra Señora de Loreto.

Por otro lado, un poco más lejos (a unos 20 kilómetros) nos topamos con Alcalá de la Selva, la única estación invernal aragonesa fuera de los Pirineos. Se trata d eun lugar ideal para deportistas, pero también para los amantes de la historia y de la arquitectura.De aquí, destacamos principalmente su imponente castillo y la parroquia de San Judas y San Simón.

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