Kristiansand

Situada en la costa sur de Noruega, Kristiansand, la capital de Sorlandet combina elementos tradicionales y modernos. Rodeada de colinas, bosques, páramos y costa, la que fuera ciudad fortificada y de acuartelamiento, tiene mucho que ofrecer al visitante: un casco antiguo muy bien conservado, interesantes museos y un espectacular paisaje por descubrir.

Posebyen es la zona mejor conservada del casco antiguo de la ciudad de Kristiansand. Recorrer sus calles supone sumergirse en un entramado de pequeñas y bonitas residencias con patios, establos, cobertizos y lavaderos; antiguas residencias de los soldados que hoy gozan de una gran popularidad, convirtiéndolo en el barrio de moda.

A su época como ciudad fortificada y de acuertelamiento debe la ciudad de Kristiansand la construcción del Fuerte de Christiansholm, un fortín levantado en 1628 por orden del Rey Christian IV para reforzar la unión de Noruega y Dinamarca frente a los países vecinos. El fuerte fue construido en la desembocadura del fiordo, convirtiendo la ciudad en una plaza fuerte. En 1807 fue escenario de una batalla contra un buque de guerra inglés.KristiansandLa Catedral, reconstruida tras un incendio en 1885 y de estilo neogótico, es otro de los edificios más representativos de la ciudad de Kristiansand. En su interior destacan el órgano, con más de 50 tubos, y la pintura de Eilif Peterssen del retablo. Pocos años antes se construía Gimble Gard, una casa solariega de líneas neoclásicas con una espectacular galería de columnas. La casa convertida hoy en museo, alberga mobiliario de estilo imperio, pinturas de los s. XVII y XVIII, y muestra como vivía la burguesía durante la época napoleónica.

No es el único museo que puede visitarse en Kristiansand. Setesdalbonen Museum, muestra las cocheras y los talleres de los trenes de los antiguos barcos de vapor que hoy vuelven a recorrer el trazado de vía estrecha entre Gravane y Royknes. Vest-Adger Fylkesmuseum, por su parte hace un recorrido por los edificios de madera de todo el país: granjas, almacenes sobre pilotes, casas urbanas… etc. Un gran museo al aire libre que recoge también una interesante colección de trajes regionales.

Si se viaja con niños, la visita al Kristiansand Dyrepark resulta imprescindible. El parque acoge tanto especies nórdicas: lobos, buhos reales o alces; como otras procedentes de países mas lejanos: jirafas, monos, caimanes… etc. En el parque se puede disfrutar también de una pista de bobsleigh, una piscina con olas y varios toboganes de agua.

Desde España es sencillo encontrar vuelos baratos a la ciudad de Oslo, situada a 320 Km. de Kristiansand. Entre ambas ciudades existe una buena comunicación, por lo que no hay excusas para visitar la ciudad de Kristiansand.

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