Sagrada Familia. Barcelona / Foto: Med Edd (unsplash)
Sagrada Familia. Barcelona / Foto: Med Edd (unsplash)

Primavera en Barcelona

Para muchos barceloneses la primavera llega en las alas de las golondrinas que después de una larga ausencia invernal vuelven al cielo sobre la ciudad. Las golondrinas son una señal para que los habitantes de la ciudad se sacudan su letargo invernal y vuelvan a disfrutar de los parques, las playas y a reclamar lo que el invierno les robó. Barcelona en la primavera es una gran época no sólo para los locales sino para cualquiera que la visite y aquí hay algunas razones para ello.

La primavera en Barcelona es la época de los festivales. Todo tipo de festivales, desde los masivos de música con bandas de renombre tocando a multitudes de 80.000 personas hasta los tranquilos festivales orientados a la familia y todo lo demás. De todas las fiestas que se celebran durante la primavera, la favorita de todos es la Festa de Sant Jordi, celebrada el día de San Jorge, que es el equivalente catalán del día de San Valentín, en el que se regalan libros y rosas a los seres queridos.

Otra ventaja de las vacaciones de primavera en Barcelona es la posibilidad de disfrutar de las playas de la ciudad sin multitudes. Barcelona tiene mucha suerte de tener varias playas de primera clase situadas a poca distancia del centro de la ciudad, lo que significa que puedes dejar tu apartamento en Barcelona y estar en la playa en muy poco tiempo. La primavera es también la época en que abren los chiringuitos, pequeños bares en la playa que venden cócteles y comida. Casi todos los chiringuitos tienen música en vivo o un DJ tocando por la noche.

La última razón por la que Barcelona es un gran destino de vacaciones de primavera es la increíble gama de excelente cocina de temporada que ofrece. Después de terminar en la playa, puedes dirigirte a uno de los restaurantes cercanos del barrio de la Barceloneta y disfrutar de una deliciosa paella o fideua. Búscate un bar de tapas local y disfruta de unas patatas bravas, croquetas y jamón con un vaso o dos de sangría. Otra gran opción es encontrar un asiento fuera de uno de los muchos bares y unirse a los locales mientras se ponen al día con una cerveza fría y hacen algo de observación.


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