Tabarca, Alicante. / Foto: Maria Concetta D'Amore, CC BY-SA , via Wikimedia Commons
Tabarca, Alicante. / Foto: Maria Concetta D'Amore, CC BY-SA , via Wikimedia Commons

Excursiones a la Isla de Tabarca

Hay un trocito de Alicante en mitad del mar. Una isla de 1800m de largo que a pesar de lo pequeña, tiene mucho por descubrir. Es Tabarca, una visita que seguro que, como a nosotros os dejará con ganas de repetir. Esta excursión la hicimos en verano y os recomendamos hacerla en esta época del año porque la mitad de lo que tiene por ver Tabarca lo tendremos que ver… bajo el agua.

Pero vamos por partes. ¿Cómo ir a Tabarca? Salen embarcaciones desde los puertos de Benidorm, Alicante y, nuestra elección, Santa Pola. Puedes elegir entre un catamarán (15€) o una lancha rápida (10€). El Catamarán llega en un trayecto de una hora y cuenta con visión submarina. La lancha tiene la ventaja de llegar en sólo 15 minutos.

Una vez desembarcamos, os recomendamos dar un paseo por la isla, que puede recorrerse entera en una hora. Atravesar las murallas de la ciudad, ver las distintas zonas de costa… También puedes entretenerte algo más planificando la visita a su museo e iglesia. Esta vez nosotros fuimos con los bocatas preparados pero ahora sabemos que a la próxima tenemos que probar en uno de los restaurantes el plato estrella: el caldero.

Una vez vistas varias opciones elegimos “nuestro trocito” para asentarnos, y nos hicimos una sombra artesanal con palos y toallas (ojo, el sol pega bien y no hay nada que haga sombra a las horas fuertes del día, así que crema protectora imprescindible).

Y llegó el momento que más recordaremos: ponernos las gafas de buzo y el tubo y… a ver Tabarca “por debajo”. No es necesario para nada ser experto buceador (para nosotros fue la segunda vez en esto). La enorme extensión de posidonia es asombrosa y ver, a su bola, tranquilamente, a los peces y peces diferentes que hay hacer su vida es simplemente increíble. Por momentos te quedas evadido de todo y pierdes hasta la noción de que estás buceando. Pasas a estar viviendo bajo el mar. Un trozo de mar que fue declarado primera reserva marina de España.

Después de comer a los pies de la muralla, nos cambiamos de zona para seguir impresionándonos con el mar. Sin darnos cuenta, el día había volado y fue la hora de volver.

Ya estamos deseando que llegue el verano y volver a disfrutar de Tabarca. Y para esta nueva visita queremos probar otra experiencia única que ofrece la isla: pasar allí una noche especial. Una noche en mitad del mar en un trocito de tierra con menos de 100 personas soñando. Pero esa será otra historia.

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