«Seguimos locos por incordiar»
Como podéis ver, seguimos en la brecha. Alguno se habrá percatado de este pequeño paréntesis, de este… me paro a pensar que narices hago escribiendo banalidades del día a día. Pero, tras una noche larga, regada de lúpulo y cebada, se libera el alma, y uno puede expresar estas «trivialidades» que siguen. Lo que vino…