Congost de Mont-Rebei. Foto: Ramon Perucho (pixabay)
Congost de Mont-Rebei. Foto: Ramon Perucho (pixabay)

Congost de Mont-Rebei y Pasarelas de Montfalco

Sin duda, el Congost de Mont Rebei es una de las rutas más sorprendentes y espectaculares de Cataluña. Una ruta excavada en la roca que sigue el curso del río Noguera Ribagorzana y de hace de frontera natural con Aragón atravesando la Sierra del Montsec.

Muchos me habéis preguntado si se puede hacer con niños. Mi respuesta es no. Aunque durante el recorrido pude ver decenas de pequeños hay puntos de acantilado con más de 500 metros de altura sin barandilla y en algunos tramos pasan dos o personas justas, no es el entorno perfecto para ir con niños y si se hace habría que extremar la precaución y no dejarlos solos ni un segundo.

La ruta tiene una dificultad media, gran parte del recorrido es sencillo, ligero y plano pero otros tantos tiene fuertes subidas y bajadas que nos harán sudar de lo lindo. Algunos de los atractivos principales de este paraje son los puentes colgantes, los estrechos y vertiginosos desfiladeros o las escaleras acantiladas de Montfalcó.

Cómo llegar

Nuestro objetivo es llegar al pueblo “Puente de Montaña” Justo antes de llegar a Puente de Montañana, tomamos una pista asfaltada a la izquierda siguiendo las indicaciones de Mont-rebei, Alsamora y Sant Esteve de la Sarga. Seguimos por esta pista asfaltada durante unos 4,5 km hasta que nos encontramos el desvío señalizado (derecha) de la pista de tierra que nos lleva hasta el aparcamiento de la Masieta, punto de inicio de nuestra ruta.

La ruta empieza en el aparcamiento de La Masieta, que tiene una caseta de información y el aparcamiento es limitado, así que conviene madrugar bastante para poder aparcar. Cobran 4€ para el mantenimiento de la zona y el parking y si este estuviera lleno, cosa muy probable en temporada alta, tendréis un problema ya que en teoría NO se puede aparcar en los márgenes de la carretera. Digo “en teoría” porque a la vuelta los márgenes de la carretera estaban llenos de coches aparcados.

La ruta

Perfecto, ya estamos en el aparcamiento de La Masieta. Si caminamos unos metros veremos una instalación con un punto de información y unos baños. Este es el punto de inicio de la ruta. A partir de aquí el sendero es claro, no da lugar a confusión. Lo “único” que tenemos que hacer es seguir el camino marcado y seguir las indicaciones que nos llevarán al Congost de Mont Rebei.

El sendero forma parte de la GR-1 y tiene tres variantes para hacer la excursión. Nuestra opción fue ir desde el parking de “La Masieta” hasta las escaleras de madera construidas en la pared tras pasar el segundo puente colgante que lleva a Montfalcó. Pero vayamos por partes.

Tras salir de parking de La Masieta, a pocos metros el camino se abre en dos. Cogemos el de la derecha camino siempre al Congost de Mont Rebei. Pasaremos un pequeño puente de madera y seguimos el camino. Aquí las vistas ya son preciosas observando una gran cantidad de agua como podemos ver en las fotos.

Poco a poco el camino se va estrechando entre la maleza e iremos adentrándonos casi sin darnos cuenta en el desfiladero. Después de unos 2 kilómetros nos encontramos con el primer puente colgante. ¡Cuidado con personas con vértigo!

Tras él divisamos ya el desfiladero que casi se pierde a lo lejos. Esta es la parte más sorprendente y se aprecia perfectamente como el camino transcurre por un estrecho camino excavado en la pared. Sobre las instrucciones de la ruta no hay mucho que decir, simplemente hay que seguir el camino, no tiene pérdida. Lo único que nos queda por hacer es disfrutar con las maravillosas vistas y disparar cientos de fotos. Os aseguro que no dejaréis de hacerlo.

Una vez salgáis del cañón, os recomendamos dejar el Congost atrás y llegar hasta el puente colgante del Congost del Seguer, merece la pena llegar hasta aquí: tendréis unas vistas preciosas del propio Congost (ver foto) y la posibilidad de subir por las escaleras de infarto que recorren la pared de forma totalmente vertical. ¡Es casi lo mejor de la ruta! Es cierto que váis a añadir algunos kilómetros más y que el camino es bastante empinado pero merece totalmente la pena.

Una vez nos apetezca volvernos sólo tenemos que dar la vuelta y caminar sobre nuestros pasos.

Recuerda que la dificultad está basada en la distancia, el desnivel o el tipo de terreno que podemos encontrarnos. Cada adulto o niño tiene una capacidad diferente y lo que para nosotros nos parece dificultad fácil puede ser considerada dificultad media para otros. Sigue siempre las recomendaciones, usa el sentido común y toma nuestras opiniones como una orientación. Al final, cada persona debe ser quien decida si es o no idónea para hacer la ruta.

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