La leyenda de la campana de Huesca o del rey monje

José Casado del Alisal La campana de Huesca
José Casado del Alisal La campana de Huesca

Si quieres conocer una de las leyendas más fascinantes de Aragón y de su capital, tienes que leer un poco de ”La leyenda de la Campana de Huesca”. Esta historia sigue siendo hasta el día de hoy uno de los hechos más curiosos e interesantes que han sucedidos en Huesca.
Cuando falleció Alfonso I, conocido como el batallador de Aragón y sin dejar hijos, en el año 1134, su hermano Ramiro II, siendo monje, heredó completamente el Reino de Aragón. En ese momento se presenciaba una época un poco revuelta, tanto a nivel interno como externo de la ciudad. Ramiro II, se encontraba bastante preocupado por la actitud que tenían algunos de sus nobles, y la cual no era la correcta, y por esa razón ordenó que se presentaran ante él. La excusa que les presentó era que iba a construir una campana enorme, gigante, de tal tamaño, que sería escuchada en todo el reino de Aragón, pero en vez de contar y hablar de eso, hizo que en el momento que llegaran a presentarse, les fueran cortadas las cabezas a los nobles, que a su criterio eran los más culpables. Todos ellos fueron decapitados uno por uno, conforme entraban de forma separada en la sala.
En la actualidad, cuenta la leyenda, que el Museo Provincial de la ciudad de Huesca, situado en el Casco Antiguo, y estando muy cerca de la Catedral, es el lugar donde fueron decapitados exactamente. En total, doce nobles del Rey Ramiro, fueron asesinados, cortaron sus cabezas, y fueron puestas en un círculo. En el centro de dicho círculo, la cabeza del obispo de la ciudad de Huesca aparecía colgada. Y después de ello, el Rey Ramiro II, invitó a toda la gente a que presenciara esa escena para que así pudieran aprender de los errores de los nobles muertos, y no caer en ellos.
Existen, múltiples representaciones en pinturas, que escenifican esta leyenda de Huesca, al igual que se encuentra presente en varios relatos literarios, hay un cuadro, del pintor José Casado de Alisal, que ha pasado a ser el icono artístico que, de mejor manera representa la historia de la Campana de Huesca. Esta obra fue pintada en el siglo XIX y actualmente se puede observar, está ubicada en el Ayuntamiento de Huesca.

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