Santa Cruz de la Serós / Foto: Zarateman (Wikimedia commons)
Santa Cruz de la Serós / Foto: Zarateman (Wikimedia commons)

Joyas del románico aragonés

La Catedral de Jaca, el monasterio de San Juan de la Peña y el castillo de Loarre son ejemplos significativos del románico aragonés, un arte caracterizado por una arquitectura monumental que causó asombro en su época y que continúa causándolo muchos siglos después.

  • Monasterio de las Benedictinas. Al final de la calle Mayor de Jaca está el monasterio de las Benedictinas, más conocido como “las Benitas”, rodeado por la antigua muralla de Jaca. El monasterio fue construido en 1555 a instancias de Felipe II y, tras numerosas reformas, sólo mantiene la portada románica. En su interior está la obra clave del románico español: el sarcófago de Doña Sancha, de autor desconocido, que fue mandado labrar por el Rey Pedro I para albergar los restos de su tía Doña Sancha muerta en 1097.
  • Puente Nuevo de Canfranc. Fue construido en 1599. Originariamente se denominaba Pon Nou en el particular dialecto canfranqués –de raíz occitana y extinguido a principios del s. XIX-, aunque más tarde fue conocido como Puente de Abajo o Puente del cementerio, por su cercanía al camposanto.
  • Catedral de Jaca. La catedral de Jaca es uno de los templos más importantes del primer románico español. Se empezó a construir en el siglo XI e incluye elementos arquitectónicos, como el ajedrezado jaqués, que se extendieron después a otros lugares, especialmente en el Camino de Santiago.
  • San Juan de la Peña. Además de su fotografiadísimo claustro, del que Miguel Ramón ofrece una perspectiva poco usual, también puedes ver imágenes como la del grifo labrado en la piedra de uno de los nichos del monasterio.
  • Santa Cruz de la Serós. En este precioso pueblo próximo al monasterio de San Juan de la Peña se encuentra la iglesia de San Caprasio, construida a principios del siglo XI y de indudable belleza.
  • San Juan de Busa. La iglesia de San Juan de Busa, rodeada de verdes praderas, está en la comarca del Serrablo, entre los pueblos de Oliván y Lárrede.Fue construida en el s. XI y, probablemente, fue la iglesia parroquial de un poblado medieval ya desaparecido.

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