San Juan Peña / Foto: Aracajal [CC-BY-SA-3.0] Wikimedia Commons
San Juan Peña / Foto: Aracajal [CC-BY-SA-3.0] Wikimedia Commons

San Juan de la Peña, bajo la roca

En Los Pirineos encontraras historia en el mejor sentido de la palabra, en especial si visitas en Monasterio de San Juan de la Peña ya que es un lugar que fue fundado en el año 920 y se mantiene de pie e intacto. El Monasterio de San Juan de la Peña, se encuentra suspendido a 1200 metros de altitud y está compuesto por una arquitectura única, capaz de mezclar la naturaleza propia del lugar con el ingenio humano, conformando así, una estructura troglodita que vale la pena visitar y admirar.


Situado en el Espacio Natural Protegido de San Juan de la Peña y Monte Oroel, el Monasterio de San Juan de la peña toma su nombre de la gran roca que le guarda.

Al monasterio puedes llegar desde Santa Cruz de la Serós, un pequeño y bonito pueblo que te ofrece una variada oferta gastronómica y de alojamiento.

Desde Santa Cruz de la Serós hasta el monasterio hay una distancia de siete kilómetros de continua ascensión. La carretera es estrecha y transcurre entre árboles y macizos de roca que cobijan el camino. En la subida te encontrarás con la indicación de un mirador, merece la pena que te pares.

Verás que el monasterio se halla en la base de una enorme roca. Fue construido aprovechando la existencia de una cueva natural, habitada por ermitaños en su origen. Puedes visitar el monasterio y ver las antiguas celdas monásticas, el panteón real, o panteón de nobles, la nueva iglesia que se mandó construir sobre el antiguo monasterio mozárabe del que quedan vestigios y el bello claustro, que se ve desde el exterior. En el interior del monasterio se halla la réplica del Santo Grial, el cáliz empleado por Jesucristo para celebrar la Última Cena con los apóstoles, que, tras permanecer durante varios siglos en el monasterio fue trasladado a la catedral de Valencia.

En el S. XVII y a causa de un incendio los monjes abandonaron el viejo monasterio y se decidió la construcción del Monasterio Nuevo en un lugar próximo, una gran pradera. Allí se halla actualmente el Centro de Interpretación del Monasterio de San Juan de la Peña, donde sobre una original estructura, caminando por un suelo de cristal, puedes ver bajo tus pies las dependencias y la vida de lo que fue el monasterio.

Desde el Monasterio Nuevo sale un sendero que te lleva al llamado “Balcón del Pirineo”. Se llega allí tras recorrer un camino corto que transcurre entre acebos. Al llegar, si el día está despejado, podrás contemplar buena parte de la cordillera pirenaica, desde Navarra hasta el Pirineo central.


Cómo llegar a el Monasterio San Juan de la Peña

Llegar a este mágico lugar es sencillo, ya que estando en Los Pirineos tomas la carretera de Jaca, seguido por el desvío al bello pueblo de Santa Cruz de la Serós, aquí viajarás por una carretera de montaña que te conduce a este Monasterio. Al ser un terreno montañoso disfrutarás de un hermoso paisaje y clima de montaña.

La entrada al Monasterio

En el acceso principal al Monasterio, encontrarás una puerta mozárabe en la que se ve una inscripción en latín que dice: “la puerta del cielo se abre, para cruzarla, a todos los fieles que se esfuercen en unir a la fe, los mandamientos de Dios”, sin duda este lugar parece lo más cercano al paraíso en la tierra según sus visitantes. En este lugar y escondido al borde de un bosque que está debajo de una enorme roca, te sorprenderá una hermosa vista del valle que crea una energía única de ensueño y que evoca los sentimientos más profundos de la vida.

Balcón de los pirineos…

El Monasterio ofrece un magnífico mirador que brinda una maravillosa vista del imponente valle de los pirineos, un lugar tranquilo para conectarse con la tranquilidad y la armonía del viento.
Este balcón invita a cautivar la vista con el valle que protege al Monasterio, un valle lleno de montañas verdes con una vegetación fresca, en donde la mirada se pierde entre las cumbres y las nubes.

El paseo interno por el Monasterio de San Juan de la Peña

La historia de Aragón ha sido protagonizada por reyes y monjes, así que nada mejor que remembrar su presencia desde este Monasterio que esta postrado en las rocas y que desde el valle se puede apreciar en todo su esplendor. Si bien muchos turistas solo suben en su automóvil y conocen la grandiosidad del paisaje y la imponente entrada del Monasterio, otros más aventureros profundizan en las paredes de este lugar espiritual disfrutando de la arquitectura, de sus columnas y arcos atemporales, pero en plena concordancia con las majestuosas construcciones de sus tiempos.

Como también otros prefieren el senderismo y suben caminando por las montañas, aunque realmente, esto es para los más osados y para quienes cuenten con excelente condición física, así además de oxigenar el cuerpo, también oxigenan el alma.

Disfruta de Los Pirineos, de sus montañas, del Monasterio de San Juan de la Peña, de Jaca y sus monumentos naturales resguardado por los lugareños.


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