Memorias de Sidi Kaouki

Sidi-Kaouki, Marruecos. Las cabras pastan entre viejos edificios

En Sidi Kaouki no pasa el tiempo. Al menos eso parece. El melenas con sus puntas rubias por el salitre parece sigue ganándose una vida tranquila entre los negocios locales, mucha contemplación y las olas del mar; el bonachón regordete sonríe cuando le digo que si me reconoce, si recuerda esas conversaciones en castellano de hace un año. «Aquí mucha tranquilidad, Sidi Kaouki, todo igual», sonríe, mientras yo me pregunto si me pone cara entre tanto turista español que pasa por el restaurante. «¿Ya tienes dónde dormir?», en un castellano entrecortado con ese acento característico. «El chico tiene una casa», y nos señala al melenas, que espera atento por si aparece el negocio de hoy. «Probaremos donde me alojé el año pasado o sino hablaremos con Victor», digo viendo como parecen difuminarse en sus ojos cualquier idea de unos dirhan inesperados. Victor, el valenciano de Sidi Kaouki, así oí hablar hace un año de él y así lo conocen por aquí y por allá; debió llegar y quedar cautivado por el lugar, como otros muchos que volvieron para abrir su negocio en el pueblo. En su caso, un restaurante en el que hay que probar la paella y un hotelillo a pie de la playa. No tuve la ocasión de conocerlo hace un año y ahora tampoco voy a tener el gusto. Las brumas envuelven la silueta entrecortada de paredes deterioradas que vigila la larga playa. Al pie, los cuatro restaurantes y la tienda de artículos de surf, que esperan a los turistas que caen por este lugar. La humedad junto con el salitre que escapa del mar, el sol bajo del final del día, un ambiente bucólico que cautiva; los recuerdos que se hacen presente, los momentos que parecen detenidos. En Sidi Kaouki no pasa el tiempo. Puedo decir que búsquedas en la distancia se encuentran en este lugar. Prueba ello es hoy. Mientras cae el sol y se mete en la mar, caminamos entre las rocas y charcos que ha descubierto la bajamar, entre destellos rojizos puedes preguntarte por las vidas que se cruzan, sobre el paso del tiempo y como se vive.

riginal Instagram @eduazcona 8.07 pm 1/12/2016

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