Hacia la costa: Essaouira

Essaouira

Tras un segundo día en Marrakesh, ahora toca hacia la costa. Este segundo día lo destino a seguir intentando orientarme por los zocos –tenía que quitarme la espina clavada el día anterior-. Los zocos de Marrakech volvieron a poder conmigo. De todas formas, esta es la gracia de los mismos; la incertidumbre de lo desconocido, la aventura de descubrir un lugar a cada paso.

Temprano, dejo Marrakech, en tres horas estoy en Essaouira. Si en Marrakech nos recibe el denso calor, aquí el viento nos da la bienvenida, siendo exagerado a veces. Essaouira; ciudad costera, puerto comercial de larga trayectoria histórica, que durante siglos se han disputado franceses, portugueses y marroquíes, entre otros. Y es que, su situación la hacía estratégica en las rutas comerciales. Pero su historia no termina ahí; la tranquilidad que se respiraba atrajo a hippies en las décadas de los 60 y 70; Jimi Hendrix residió aquí, para hacernos una idea de lo que se cocía por aquí. Posteriormente, su influjo atractivo sedujo a artistas, escritores y artesanos. Hoy queda parte de ese encanto, pero disputado entre cientos de turistas que inundan Essaouira. Dicen que el turismo está cambiando a la gente de aquí, que ven como otros se reparten el pastel, mientras ellos ven difícil ganarse la vida, y se están dando a las drogas y el alcohol. Lo cierto es que ciertos detalles de ello se aprecian.

Entre un paseo por la medina; recorrido por las murallas, que desafían al mar, dando el toque francés a la ciudad; y un tranquilo caminar por la playa con el viento arreciando se hace el día. Mañana partiré de Essaouira rumbo al norte.

Post correspondiente a la serie «Marrakesh, la costa y rumbo al norte«
1. Primer día en Marrakesh
2. Hacia la costa: Essaouira
3. Callejeando por Fez
4. Chefchaouen: a los pies del Rif
5. Tetuán: entre las montañas del Rif y el mar
6. Tanger: fin del viaje

Publicaciones Similares