Primer dia en Marrakesh

Caminando por la medina de Marrakesh

Conforme desciende el avión, pasan sobre los ojos la aridez de la zona, para dar paso a los campos de cultivo, se empiezan a ver algunas construcciones, y algunas de ellas nada modestas, con su piscinas y todo. El avión toma tierra y con el primer pie en suelo marroquí, llega la bocanada de denso aire caliente; buena bienvenida. Para los no aclimatados al tiempo de estos lares, entre los que me encuentro, venir en otras fechas puede ser una opción.

Ya en el centro de Marrakesh, ahí esta Djema El-Fna, la famosa plaza de Marrakesh, declarada patrimonio oral e inmaterial de la humanidad por la UNESCO. Gente por doquier, motos y taxis que te pasan rozando, vendedores, encantadores de serpientes, adivinos, acróbatas… Según he leído, muchos de estos espectáculos tienen unos cuantos siglos de antigüedad, aunque parezcan aflorados de la mano del turismo, esta no es la realidad.

Me alojo en un riad, sin grandes comodidades, pero está en todo el centro de este bullicio. Parte de mi primer día lo gasto perdido por los zocos de Marrakesh. Y cuando digo perdido, es muy perdido. Calles serpenteantes, que retoman a su origen; callejuelas, recovecos, que se terminan y nos obligan a retroceder; puestos y más puestos. Todo semejante a ojos del extraño. Para los amantes de la orientación en itinerarios urbanos imposibles. También, para los que tengan más paciencia que el santo ese; a cada esquina un alma caritativa te tiende, o quiere tenderte, la mano y ofrecerte su ayuda; interesada, por cierto. Llegando a ser desesperante en algunos momentos el no saber como desprenderte de determinadas personas.

Cae la noche y la plaza Djema El-Fna es un hervidero. Actuaciones teatrales queriendo hacerse oír entre el gentío; puestos de comida con sus braseros, que inundan el ambiente con olores y su humo; gente por todas partes… Ahora empiezo a entender lo del patrimonio oral e intangible.

Tras una interesante conversación con unos españoles venidos de Ibiza, es hora de cerrar. Mañana espera otro intenso día.

Post correspondiente a la serie «Marrakesh, la costa y rumbo al norte«
1. Primer día en Marrakesh
2. Hacia la costa: Essaouira
3. Callejeando por Fez
4. Chefchaouen: a los pies del Rif
5. Tetuán: entre las montañas del Rif y el mar
6. Tanger: fin del viaje

Publicaciones Similares