Cañón de Añisclo / Foto: Basotxerri [CC BY-SA 4.0] Wikimedia Commons
Cañón de Añisclo / Foto: Basotxerri [CC BY-SA 4.0] Wikimedia Commons

Excursión al Cañón de Añisclo, a pie y en coche

La acción del agua de río Bellos durante incontable tiempo creó la salvaje belleza del Cañón de Añisclo. Ubicado en el Pirineo de Huesca, forma parte del Parque Nacional de Ordesa Monte Perdido, en la comunidad autónoma de Aragón, España, y está catalogado como Patrimonio Mundial de la Humanidad.

En la cabecera del valle posee un circo glaciar que luego se transforma en el profundo Cañón de Añisclo. Los efectos del agua provocaron la sucesión de toboganes, cascadas, lagos, fuentes y tupidos bosques que componen este impresionante paraje natural.

En el Cañón de Añisclo se puede visitar la Fuen Blanca o Fon Blanca, una fuente de agua que brota de la pared vertical del Pico de Añisclo y se desploma sobre el valle. En otros sitios, donde el terreno y la altura lo permiten, nacen tupidos bosques como la Selva Plana.

Índice

Sumergirse en el cañón

La entrada al cañón se realiza por una sinuosa y estrecha ruta de sentido único, cubierta de pinos y rocas y a lo largo del río Bellos.

Una vez en el puerto, la vista del Cañón de Añisclo y desde el macizo del Monte Perdido se convierte en una inolvidable experiencia.

En épocas de verano, será posible refrescarse en las balsas naturales que se formaron en este impactante Parque Nacional.

Cómo llegar

Hay que retomar la dirección a Aínsa. Justo antes de atravesar Escalona, tomar la ruta a la derecha que remonta el Cañón de Añisclo, en dirección Fanlo.

Esta ruta de una sola vía discurre por unos diez kilómetros, hasta llegar a la Ermita de San Úrbez que está ubicada sobre un acantilado. Luego de allí, se retoma la ruta y se toma a la izquierda en dirección de Buerba.

Desde allí, se pueden tomar unos minutos para observar la vista de la falla de Añisclo desde el puerto y si el clima es propicio, llegar hasta Puyarruego donde se podrá tomar un refrescante baño.

Donde quedarse

Rutas

Desde la ermita de San Úrbez se puede iniciar una fácil ruta a pie, apta para niños y mayores. Con una duración de unas dos horas y media, la ruta es propicia para observar la vegetación. Luego es posible tomar el camino del pueblo de Sercué y admirar la arquitectura tradicional, donde aún sobreviven muestras románicas.

De vuelta, se llegará otra vez a la ermita y si es del gusto del viajero, podrá acercarse hasta la cueva del Moro, ubicada en las cercanías y observar las formaciones rocosas propias del cañón y las cascadas del Molino de Aso.

Una ruta más larga puede ser tomando hacia el norte hasta La Ripareta, a unas tres horas y media desde San Úrbez. Más lejos se encuentra la Fuen Blanca, a unas cinco horas de camino.

El Cañón de Añisclo, generado por el río Bellós, está orientado de norte a sur y se prolonga a lo largo de casi 25 kilómetros, desde el Circo de Añisclo -a los pies de Monte Perdido- hasta la confluencia con el valle de Aso. Su altitud mínima es de 700 m, en la Fuente de los Baños; y la máxima de 3.022 m, en la Punta de las Olas.

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El río Bellós parte de un circo glaciar, pero se encajona en un profundo y estrecho cañón producido por la erosión kárstica del agua (el agua, ligeramente ácida, erosiona la roca caliza). Forma bellos toboganes y cascadas como la Fuenblanca, que se desploma verticalmente sobre el valle.

El terreno, la altura y la humedad reinante en el Cañón (casi permanentemente en sombra) han producido bosques tupidos como la selva Plana. La zona más estrecha del Cañón está en los alrededores de la ermita de San Úrbez.

La ermita –a la que iban los vecinos en romería a pedir lluvias- es un lugar propicio para la observación de la vegetación (a partir de allí desaparece el bosque mixto para dejar paso a los hayedos y algún que otro abeto) y la gradación bioclimática, especialmente el fenómeno de la inversión térmica (el habitual orden de los pisos vegetales se invierte, de forma que las plantas más secas están en las zonas más altas, mientras que los hayedos y bosques mixtos se quedan en el fondo del barranco).

Desde la ermita de San úrbez iniciamos la ruta a pie -fácil, apta para niños y mayores- de unas dos horas y media de duración. Nos adentramos valle arriba mientras disfrutamos de la vegetación asociada a lugares húmedos, para desviarnos por el antiguo camino de subida a la población de Sercué. En el pueblo merece la pena observar el modelado del paisaje vegetal por el ser humano y admirar la arquitectura tradicional, especialmente la iglesia parroquial románica.

En el camino de bajada cruzaremos el barranco de Aso -un rincón de especial belleza y de gran interés botánico-. Desde allí, hay que seguir la carretera durante unos metros para volver a coger después una senda que nos llevará al punto de partida en la ermita de San Úrbez.

La cercanía de la cueva del Moro, donde se ve perfectamente el modelado kárstico de la montaña así como numerosas formaciones propias de este tipo de roca, hacen interesante su visita, así como a las cascadas del Molino de Aso, muy próximas a San Úrbez.

Si quieres hacer una ruta más larga, puedes seguir hacia el norte hasta La Ripareta (a unas tres horas y media de camino desde San Úrbez) o la Fuenblanca (a cinco horas de camino desde la ermita), donde podrás disfrutar de una impresionante cascada vertical.

Esta época del año (hasta el final del verano) es la ideal para visitar el Cañón de Añisclo, ya que en otros momentos del año la verticalidad del barranco puede provocar riadas y subidas repentinas, en muy pocos minutos, del cauce del río Bellós.

Una vez finalizada la ruta a pie puedes seguir el recorrido del cañón en coche  –la carretera es de sentido único durante el verano-partiendo de Escalona hacia Puyarruego –donde puedes hacer una parada para disfrutar de un baño en sus espectaculares pozas– y continuar hacia Fanlo, donde podrás reponer fuerzas con un buen bocata de longaniza y una cerveza en la terraza del bar Las Eras, inconfundible con sus sombrillas de colores.


Añisclo en datos

El Cañón de Añisclo se orienta de Norte a Sur. Tiene un largo de unos 25 kilómetros, desde el Circo de Añisclo, en el Monte Perdido, hasta su confluencia con el valle de Aso.

La altura máxima alcanzada por el Cañón es de 3.022 metros, en la Punta de las Olas, mientras que la altitud mínima es de 700 metros en la Fuente de los Baños.


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