La medieval Tallinn

Puerto de Tallinn

Llegados de Riga en autobús, arribamos a un Nuevo Puerto: Tallinn; tercera capital báltica para el zurrón. Ahora, con las tres, uno aprecia las diferencias: la barroca Vilna, la resurgida Riga del art noveau y la medieval Tallinn. Medieval por excelencia: ciudad amurallada, calles adoquinadas, edificios de antaño…

Cuenta la leyenda que, todas las primaveras, los nobles ponían a prueba su pericia y gallardía como arqueros, intentando derribar un papagayo de madera de un alto poste. Ese año el concurso iba a quedar desierto, pero, de entre la multitud, un joven de familia humilde logró acertar en la diana. Se suponían problemas como castigo a su osadía, pero, sin embargo, la realidad fue otra: fue hecho guarda aprendiz, luego, sirvió como soldado hasta viejo, y fue héroe en la guerra de Libonia. Mucho tiempo después, los habitantes empezaron a decir que el soldado de espeso bigote que, como veleta, coronaba la torre del ayuntamiento se parecía a su querido héroe, y empezaron a llamarle Vana Toomas, -Viejo Tomás-, siendo, en la actualidad, el símbolo de la ciudad.

Tallinn, plaza del ayuntamiento

Caminando por la plaza, uno se puede remontar al pasado. El ayuntamiento con su alta torre preside el concurso, alrededor, las casas mercantiles completan la estampa medieval. Los nobles suben pavoneándose a probar suerte, viéndose esquiva. El griterío de la multitud se desvanece con cada intento fallido. De repente, una flecha sale de no se sabe donde y surca el cielo hasta derribar el papagayo de madera. El desconcierto inicial da paso a una ferviente ovación al conocer al artífice; era uno de ellos.

Han sido dos días visitando la ciudad, recorriendo sus coloridas calles, empapándonos del alma medieval. No podíamos poner fin a la estancia de Tallinn sin sumergirnos en su noche, pura curiosidad antropológica, ya saben. Ahora levamos anclas rumbo a otro puerto: Galdeano vuelve a casa y el resto del grupo sigue su periplo por la costa norte de Estonia. Adiós Viejo Tomás.


Post correspondiente a la serie «Periplo por los Países Bálticos

1. Kaunas: primer día en Lituania
2. El momento
3. La barroca Vilna
4. El socialismo de Vilnius
5. La Colina de las Cruces
6. De playeo a Palanga
7. Klaipeda y el Istmo de Curlandia
8. La resurgida Riga
9. La medieval Tallinn
10. “Bueno gente, esto se está empezando a acabar…”
11. Narva: a cuatro brazadas de Rusia
12. Parque Nacional de Lahemaa: los bosques sobre el mar
13. Helsinki: última parada

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