Pirineos franceses

La cordillera pirenaica es un destino turístico natural que todo el mundo debería conocer, pues cuenta con un variado paisaje para todos los gustos, con altas montañas, valles, macizos montañosos y costas con una diversidad floral, forestal y de fauna que encanta a toda la familia. Además, forma parte de una de las reservas naturales más importantes que es el Parque Nacional de los Pirineos, el cual, se encuentra en la frontera franco-española, por ello, no te puedes perder esta guía destino para conocer lo imprescindible de los Pirineos franceses.

¿Cómo llegar a los Pirineos Franceses?

Los amantes de los viajes siempre están pensando en nuevos destinos que visitar y los Altos Franceses puede ser uno de esos destinos más deseados por los viajeros. Para poder llegar a este destino existen diferentes formas:

  • Una de ellas es desde Barcelona, tomando el A2 que llega a Lleida en dirección a Vielha, logrando el arribo por la ruta Les hasta Francia. A partir de allí, se va en dirección St. Beat – St. Gaudens – Toulouse con camino hacia Montrejeau, donde se llega a la autopista que te guiará directo a Lourdes donde comenzarás la ruta por los Altos Pirineos Franceses.
  • La otra forma de llegar y la más directa, es conseguir un vuelo desde España hacia Toulouse, el cual con tarifa económica, puede costar por lo menos unos 70 a 100 euros y luego se puede continuar desde Toulouse hasta Tarbes en automóvil o en tren. Una vez que llegues a tu destino puedes disfrutar de este maravilloso lugar, su cultura, naturaleza y gastronomía mediante excursiones que pueden durar hasta cinco días.

Guía destino de los pueblos de los Pirineos Franceses

Entre los pueblos y valles de esta cordillera se encuentran:

Altos Pirineos

Los Altos Pirineos, situados muy cerca de España, es uno de los destinos con más atractivo para los visitantes entre toda la cordillera. Este destino tiene múltiples de atractivos que van desde los naturales hasta lo deportivos y culturales, destacando los lugares como: el Parque Nacional de los Pirineos, Gavarnie, Lourdes, Saint-Lary o Tarbes, en donde se acogen miles de visitantes cada año.

Este lugar tiene grandes historias que contar a sus visitantes y una de ellas es en Lourdes, en donde se encuentra un inmenso glaciar en la ladera de la cordillera pirenaica, la leyenda de este lugar nos cuenta que en el año 1858 se le apareció a la joven Bernadette Soubirous la inmaculada concepción en numerosas ocasiones, este es un hecho que, luego de algunos años fue reconocido por la iglesia católica. Hoy en día, Lourdes es un centro de peregrinación en donde más de 5 millones de visitantes son recibidos cada año por la población, visitantes que llegan al santuario en busca de alivio para sus penas y hacen un reencuentro con la virgen a quien veneran con inmensa devoción.

Altos Garona

Esta es una región en donde puedes disfrutar de grandes paisajes nevados en las colinas de Toulousain y Lauragai. En esta comarca se encuentran dos ciudades importantes en el medio de pirineos que son Luchon y Superbagneres, están ubicadas al pie de las más altas cumbres de esta cadena montañosa de los pirineos franceses. Para quienes son amantes del alpinismo y las altas montañas este lugar es especial, puesto que, los Altos Garona cuentan con grandes senderos a los largo de las salientes con más de tres mil metros de altura. Pero si tienes un espíritu más aventurero puedes escalar las grandes paredes del Pic Quaïrat o del Spijeoles.

L’Ariège

La región de L’Ariège, ubicada en la parte central de los pirineos franceses, ha sabido conservar muy bien sus tradiciones y costumbres en un entorno que podríamos calificar como salvaje, pero que en realidad, es bastante accesible. En pleno corazón de L’Ariège se encuentra la mejor visión de las tres torres del castillo, la cual capta la atención de cada uno de sus visitantes. Esta región posee un clima agradable, que a su vez está reforzado por la calidad de vida de sus diez mil habitantes en el pleno corazón de la naturaleza quienes se caracterizan por su gentileza y hospitalidad.

Aude

La comarca de Aude se presenta ante sus visitantes con una diversidad de piezas arquitectónicas en cada una de sus poblaciones. Algunas de las poblaciones más interesantes de Aude son: Narbonne, Limoux, Carcassonne, y Quillan. En sus tierras destacan las construcciones medievales que eran fuertes hechos para la protección de estas zonas estratégicas, de hecho en Carcassone, se puede disfrutar de visitas guiadas al Castillo Comtal y su Musée Lapidaire, como también, a la Basílica Saint Nazaire y a La Tour du Tréseau, haciendo esto el paseo por Aude, un encuentro mágico con el pasado, al entrar a fortificaciones con hasta 2000 años de antigüedad.

Pirineos Orientales

En la parte oriental de los pirineos franceses encontrarás diversas formas en las que podrás disfrutar de la naturaleza a través de deportes de aventura como el esquí y de la exquisita gastronomía pirenaica, sobre la cual destacan los Pyreness Orientales. En los pirineos franceses orientales podrás encontrar dos mesetas que están habitadas, las cuales se sitúan bajo el macizo de Carlit, que es famoso por su entorno cerca del lago de Bouillouse en la ciudad-estación de Les Angles, este le ofrece a los visitantes diversos atractivos tanto en invierno como en verano, como caminatas a pie, recorridos a caballo o en bicicleta por sus frondosos bosques.

¿Cuándo es recomendable visitar los Pirineos franceses?

Este cúmulo de montañas ordenadas de manera perfecta y con hermosas intervenciones humanas que datan desde la época medieval hasta finales del siglo XX, pueden ser visitada en cualquier época del año. Y es que básicamente, esa es la magia de los Pirineos franceses, que pueden ser visitados en cualquier temporada y de hecho, en las distintas estaciones del año estos paisajes lucen distintos, por lo que puedes venir en un mismo año infinidad de veces y redescubrir bajo otra perspectiva los valles y montañas.

En invierno es todo un espectáculo, pues el blanco de las cimas y el frío invernal proporcionan la atmósfera adecuada para sentirte todo un alpinista, por su parte, en otoño, los tonos ocres, amarillos y naranjas se apoderan del lugar, mientras que en verano, el sol golpea todas las esquinas de los Pirineos y bajo su calor podrás llegar a cualquier punto sin complicaciones relativas del tiempo.

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